l electroencefalograma (EEG) es el registro de la actividad eléctrica cerebral mediante electrodos colocados en el cuero cabelludo en una forma similar a la utilizada en el electrocardiograma.
Está indicado en una gran variedad de padecimientos del Sistema nervioso central y enfermedades sistémicas. Es una de las pruebas más extendidas en la práctica médica neurológica y no neurológica, no es invasiva, no causa dolor y realizada durante 20 a 30 minutos.
Bajo el término de Mapeo Cerebral se incluyen diversas técnicas cuantitativas que, una vez obtenidas, facilitan el análisis de los trazados electroencefalográficos. Se realizan por medio de computadoras y colaboran en representar tridimensionalmente la actividad cerebral, vinculándola con áreas anatómicas específicas, permiten precisar la distribución y cantidad de las frecuencias cerebrales.
También se conoce como “EEG cuantitativo” o (qEEG) que incluye desde la simple digitalización de la información hasta la aplicación de complejos algoritmos matemáticos que permiten la detección de patrones compatibles con ciertas enfermedades. Tiene la ventaja de permitir un análisis más rápido y objetivo de la información provista por el EEG convencional. Otros denominaciones de estas técnicas incluyen BEAM (del ingles Brain Electrical Activity Mapping), Cartografía cerebral o EEG espectral.
En ciertos padecimientos, los paroxismos (descargas) epileptiformes pueden ser cuantificados mediante técnicas especiales de detección (Análisis de puntas), permitiendo la identificación de zonas de irritación de la corteza cerebral.
Algunas enfermedades donde está indicada la realización del EEG y Mapeo cerebral son:
• Epilepsia.
• Trastornos de memoria y demencias.
• Cefaleas atípicas o crónicas (dolor de cabeza).
• Síntomas asociados a insuficiencia renal, hepática, diabetes, etc.
• Pérdida de conocimiento.
• Enfermedad vascular cerebral.
• Trastornos de atención e hiperactividad.